martes, 21 de junio de 2011

HISTORIAS DE LA ESTACION DE PEDROSA DE VALDEPORRES

Aquí van unas anécdotas que me ha contado mi tia que vivía frente a la estación de Pedrosa: -Había un tal Olegario de la Zarzosa que andaba siempre muy desastrado y solía venir a hacer compras y recados en el tren, traía a su perro llamado Trusco pero como no le dejaban montarlo en el tren pues él se quedaba en la plataforma e iba llamando al perro "Trusco, ven. Trusco ven" y el perro iba corriendo al lado.
Este hombre cuando se fué a la mili escribía a su madre y en el sobre ponía, después del nombre y el pueblo: "Si no está en casa estará a las ovejas" para que el cartero pudiese encontrar a la destinataria.
-En tiempos de estraperlo uno de Quintanabaldo que llevaba unos sacos se le hizo tarde metiéndolos y ya se iba el tren por lo que se tuvo que montar en el tope de su final, menos mal que lo vió el jefe de la estación y lo paró. Este jefe debía ser el Sr. Mencía al que los chavales le cantábamos lo de: "señor jefe de la estación toque Vd. el pito, que la gente que está en el tren tiene apetito; señor jefe de la estación vuelva a tocar, que la gente que está en el tren quiere marchar" escondiéndonos detrás de la esquina y él hacía como que nos perseguía y todos reíamos mucho.
-El hijo de un encargado se iba a Bilbao vestido con sus mejores galas, muy elegante, pero iba corriendo porque llegaba tarde, el jefe de la estación que era algo corto de vista dió la salida sin verle y él mientras corría iba gritando "Trenero, trenero, que falto yo". Por suerte el jefe no era sordo y hizo parar para que pudiese montar.
Y con estos sucedidos la gente se reía durante un buen rato.

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